Soy periodista y quiero hacer un podcast, ¿qué debo saber?
Por Yadimir Crespo
Cada vez más, los consumidores de podcasts nos convertimos en productores de esta clase de contenido con la falsa creencia de que producir un producto en este formato es tan sencillo como simplemente sentarse con un amigo a hablar y ¡no! no es así. Por eso vemos que, cuando pasa la fiebre, solo perduran aquellos que han sido producidos con calidad y esmero.
Aún así, el aumento de la oferta en las plataformas distribuidoras de audio dificulta que las nuevas propuestas sean encontradas y se puedan posicionar en medio del ‘boom’, que creo va disminuyendo, del podcasting.
No obstante, es una realidad que aún le queda tiempo de explotación al material de audio en demanda, el cual ofrece muchas posibilidades tanto a medios como marcas o empresas, a la vez que está abriendo salidas profesionales, como el emprendimiento de pequeñas productoras o la capacitación a personas interesadas en el campo del podcasting, más allá de la conducción y producción de un podcast propio.
¿Qué he aprendido tras lanzarme en el mercado del podcasting?
Si eres periodista y quieres iniciar un podcast, la primera lección y la más importante, antes de entrar en materia, es no hacer un podcast porque está de moda. Sino porque este formato de contenido es consumido por tu público objetivo y con él, junto al tema que escojas tratar, solucionas una necesidad. Una vez confirmado esto, vale la pena introducirse a esta incierta aventura.
Tienes un abanico de oportunidades
Gracias a la oportunidad de profundización de los temas que ofrece este formato, la tendencia es la especialización o el contenido para nichos. Procura que tu contenido sea especializado, esto ayudará además a que las ideas de nuevos episodios no falten al momento de planificar el contenido editorial.
A veces olvidamos que los medios, además de informar, educar y entretener, tienen el propósito de cubrir las necesidades de su público como toda empresa, en este caso audiencia (aunque también clientes, como marcas que se quieran publicitar), y es con ello que generan ingresos. Así inicia En el Mismo Trayecto del Sol Podcast, pensando en la diáspora dominicana, sus dolores y alegrías, los cuales tienen poca cobertura.
En el podcast también encontramos un espacio para contar aquello que los caracteres de las redes sociales y blogs, las páginas de un periódico o el tiempo de televisión nos obligan a omitir por cuestión de espacio y tiempo.
Por lo anterior es que el podcast “daily” o informativo diario tiene tanto éxito; es uno de esos géneros que ha encontrado en el formato podcast un espacio en el cual extenderse.
En la mayoría de estos podcasts no se cuentan las noticias que ya todo el mundo sabe, sino que suelen tomar un tema de actualidad y ponerlo en contexto, mirarlo desde otra perspectiva, profundizarlo, mostrar otro punto de vista, sin llegar al género de opinión.
Si el tema que abarcarás no te apasiona y mucho menos lo dominas, es muy difícil crecer en este ámbito y, en especial, superar la regla del mínimo de 10 episodios. Esta “regla” es realmente una máxima con la que me insistía mi tutor de mi trabajo final del máster en Innovación en Periodismo, quien constantemente me decía: “si superas el décimo episodio, puedes continuar con el podcast”.
Menos es más
Otra de las cosas en las que me hacía énfasis es que para superar ese décimo episodio debía ser un proyecto sencillo, pero esto no quita calidad. Sino que, por el contrario, aquí se aplicaba el dicho de que “menos es más”.
En los podcasts, especialmente cuando apenas se inicia, hay que simplificar y es aún más necesario cuando nuestra carga laboral nos deja reducido tiempo para dedicarnos a proyectos propios.
Yo quería un podcast narrativo, con varias fuentes y ambientación sonora que terminaran siendo reportajes o cortodocumentales en audio. Pero mientras más complicado, más recursos se necesitan (económicos, humanos y materiales).
Por eso el género y formato, además de escoger aquel que más se circunscriba al tema que abordarás, tiene que ser uno que puedas cubrir con los recursos financieros, humanos y materiales que dispones.
Las entrevistas son uno de los formatos más consumidos y, consecuentemente, uno de los más utilizados, pues se cree que es de los más sencillos.
No obstante, requieren de mucha curiosidad y una documentación previa exhaustiva que mantenga fluida la conversación, haciendo las preguntas correctas y concretas que interesan a la audiencia. Recuerda que por más que te guste un tema, no lo haces para ti, sino para quienes te consumen.
¡A trabajar!
Y por respeto a quienes te consumen, no dejes nada a la improvisación. Este es el mayor error que se ha cometido en estas producciones, poner un tema central que luego no sabrán por dónde guiarlo pasados cinco minutos. Esto trae consigo los famosos baches o silencios, y que se termine hablando de otras cosas que no tienen que ver con lo pautado para el episodio.
La solución es tener un guión o, al menos, un esqueleto con la estructura del episodio y los tópicos de la grabación que se realizará.
Una preocupación para muchos es el no tener una voz extraordinaria. Esto no es necesario, pero sí saber sacarle partido y ser cómplice de tu audiencia, que se sientan parte de la conversación, aunque sea un monólogo.
La creatividad tiene que desbordarse, especialmente cuando hay podcasts de todo y de todo tipo. Incluye secciones o, incluso, juegos para romper la monotonía. Sé tú y comparte eso que tienes para dar, que el oyente sienta la complicidad entre tú y tu acompañante, que se sienta además incluido. Este es un formato que permite cierta cercanía y tiene carta blanca para la casualidad.
¿Cuánto debe durar el episodio? El tiempo que necesites. Tú haz tu trabajo con mucha pasión y calidad, ofrece contenido interesante y los oyentes se quedarán hasta el final, o lo guardarán para terminar de escuchar luego si es que le resulta muy extenso (y sí que lo escuchan).
Seguro que tu siguiente duda es dónde publicar tus episodios... Yo recomiendo que te distribuyas por todas las plataformas posibles, ya que no cuesta mucho (ni tiempo ni dinero). A mí me funciona Spotify for Podcasters, antes conocido como Anchor. Es muy intuitivo y gratuito. Desde allí publico además en Ivoox, Amazon Podcasts, Castbox y Apple Podcasts.
En cuanto a las analíticas hay que tener en cuenta el número de usuarios únicos que es la cifra más certera de la audiencia que tienes y también la vía por la cual llegan nuestras reproducciones.
Aunque se piense lo contrario, los buscadores son las grandes puertas de entrada y no las redes sociales, aunque estas son de mucha ayuda. Twitter, por ejemplo, es una plataforma que ayuda a posicionarnos. Trato de tener presencia en todas las redes, pero mis mayores esfuerzos los dedico a Instagram y TikTok, porque los vídeos cortos son herramientas poderosas para obtener un mayor alcance.
¿Qué necesito?
A diferencia de la radio, en cuanto a herramientas no se necesita mucho, con el móvil te basta. Así que si quieres experimentar este formato, ¡arriésgate! No busques, como yo, que todo sea perfecto desde el inicio. Tú empieza y vas implementando cosas y dejando aquellas acciones que no contribuyen a tu crecimiento.
Luego, poco a poco y dependiendo de los resultados que vayas obteniendo, te vas equipando. Primero lo primero, un buen micrófono. De la calidad del audio depende que la audiencia se quede o se vaya.
Luego te vas formando y definiendo que es aquello que más necesitas para lograr tus objetivos, si un ordenador de mayor capacidad, un programa de edición de pago, contratar una productora o alquilar un estudio…
Culmino con unas palabras de Eduardo Laín, responsable de Podcasts RTVE Play, en su clase magistral sobre podcasts para HAZ, el proyecto de formación para profesionales de la industria audiovisual que ofrece la Corporación de Radio y Televisión Española: “Si estás haciendo esto, no pierdas la ilusión, ni la curiosidad (...) El podcast es una herramienta muy eficaz para aquellas personas que quieran contar cosas y se puede lograr de muy diferentes maneras”.
Comentarios
Publicar un comentario