Señor Presidente
A nivel sociológico, económico y político, la República Dominicana posee las condiciones óptimas para el mercadeo de estupefacientes, además del sicariato y el robo, entre otras actividades delictivas, lo que el actual presidente Danilo Medina cataloga como un problema nacional. Y sí, señor presidente, concuerdo totalmente con usted de que esto es un grave problema que está sufriendo la sociedad dominicana. No obstante, cuénteme señor presidente, ¿qué está haciendo su mandato para solucionar este problema? Ah, cierto, dijo usted en su disertación ante la prensa que “están haciendo el trabajo, que están haciendo el esfuerzo”. Pero considero que sus esfuerzos son en vano, porque no se puede ayudar a quien no quiere ser ayudado, y hay demasiados intereses de por medio para que las autoridades se arriesguen a sacar a la luz todo lo que las sombras de la corrupción esconden.
Me llama la atención que usted menciona que los efectos del fenómeno demostración hace que “la gente quiere conseguir dinero a lo que de lugar”, pero permítame contarle algo y me atrevo a asegurar que, la gran mayoría de los criminales llega a este punto por la desigualdad económica en que vive República Dominicana. Estas personas no reparan en consecuencias porque la impunidad protege a los de cuello blanco que usted dice que están involucrados. Pero disculpe, señor presidente, quizás esté yo errada ya que usted dijo que están “tratando que ningún crimen quede impune y que quien cometa un delito en la República Dominicana lo pague”.
La tasa de homicidios ha disminuido, es cierto señor presidente, eso nos muestran las estadísticas pero eso no demuestra nuestra realidad. La inseguridad social quizás no se pueda medir mediante números, pero eso no quita que los actos delictivos azotan cada rincón de República Dominicana a todas horas del día. Los estudiantes no podemos salir ni siquiera a la entrada de las universidades sin pensar en las mil maneras posibles de ser víctima de la criminalidad. Y eso es solo un ejemplo de un grupo de la población, pero qué será de los que a diario tienen que levantarse muy temprano a buscar el pan de cada día, los que laboran de noche, las amas de casa que quedan solas en sus hogares, entre demás sectores, quienes también son víctimas de la criminalidad.
Y no, no señor presidente, no me interesa un guardia en mi hogar, porque siendo totalmente sincera con usted, le temo más a un vehículo de la policía que a un motor con dos jóvenes extraños. A ese nivel de inseguridad hemos llegado.
Sin embargo, al parecer, todo esto es consecuencia de las decenas de deportados que envían desde Estados Unidos semanalmente, quiénes no tienen un programa de reinserción que los ayude a reintegrarse a la cotidianidad de la vida en sociedad. Pero, ya que conoce usted la raíz del problema, le sugiero como solución que haga lo que nunca se ha hecho, e inicie un programa de reinserción para exconvictos, tanto deportados, como nacionales.
No le quito más tiempo, señor presidente, le dejaré trabajar con tranquilidad, así como hace usted todos los días.
Redactado por Yadimir Crespo para Exprésate CONECSO y publicado el 05 de marzo de 2019.
Discurso para asignación de la asignatura Oratoria.
COMPARTO LO QUE APRENDO. 💁♀️
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