Creyó, trabajó y lo logró: J Balvin hizo historia en el Madison Square Garden



El 29 de septiembre J Balvin llegó con su gira Arcoíris Tour a la ciudad donde empezó su carrera, Nueva York, y cumplió uno de sus más grandes sueños: agotó entradas en el Madison Square Garden, uno de los más imponentes escenarios del mundo y donde cualquier gran artista quisiera presentarse. "Caminando lo soñé y así mismo llegué al Madison Square Garden", comentó el artista en su cuenta de Instagram, al anunciar con un video el Sold-Out del evento. Así fue su concierto más especial de toda la gira:

Eufóricos, jóvenes de todas las edades, esperaban con ansias y adrenalina la puesta en escena del “Embajador Global del Reggaetón”. El Madison Square Garden, donde se han presentado artistas de la talla de Lady Gaga, John Lenon y The Rolling Stones, fue el principal espectador de la emoción que causa sentir los beats del tan discriminado género musical.

Cayó la cortina y así se desveló la pantalla con forma de nube donde se proyectaba un video con las ciudades por las que el colombiano ya había presentado Arcoíris Tour. La expectativa aumentaba, ya estaba a punto de salir, pero solo había sobre el escenario un inflable de un icónico personaje de la gira, acompañado por luminarias que recreaban los colores de la bandera colombiana.


Se escuchaba su voz, pero nadie lo divisaba, haciendo mayor la expectación. Nubes creadas por el humo, más el juego de las luces con la música, adornaron su entrada. “Y si el pueblo pide, reggaetón, no se lo voy a negar”, así dice el primer verso de la canción “Reggaetón” la cual dio formal apertura a tan movido concierto, luego de que el artista paisa ascendiera, con uno de sus acostumbrados outfits colorido, por una plataforma.

José, verdadero nombre de J Balvin, se hizo acompañar de ocho bailarines vestidos como nubes para danzar a ritmo del siguiente hit: Machika, esto a coro de todos los participantes en el estadio. Las luces de los celulares se movían de un lado para otro, bailando al compás de “Con Altura”, mientras sus dueños grababan sus partes favoritas de la tan sonada canción junto a la Rosalía. Todo fue oscuridad antes de que, con gestos no verbales, J Balvin agradeciera a Dios y al público por la oportunidad de haber llenado tan importante y reconocido pabellón deportivo.

El prominente reggaetonero quería hablar, pero la voz no le salía. En su rostro se veía que no sabía cómo expresar las tantas emociones encontradas, tampoco era que la algarabía de los presentes le ayudara. Finalmente, luego de arrodillarse como signo de agradecimiento ante mucho más de 5,000 personas, con la siguiente expresión confirmó lo que sus gestos transmitían: “Estoy sin palabras, la verdad, muchas gracias por la energía, por el cariño”, dijo.

Un show de luces musicalizado con “I can’t get enough” le dio la bienvenida a un arcoíris compuesto por dos bailarines. Después vino lo mejor. Sobre un caballo de madera, como el de los espartanos para Troya, llegó el artista latino más escuchado en Spotify, con más de 50 millones de oyentes mensuales, y “Ginza”, o mejor dicho una bailarina con esta pieza musical de fondo, acaloró a los espectadores con sus sensuales movimientos.

La sensación de la noche fue un increíble show láser que acompañaba a unos bailarines con trajes especiales de color neón. Pero eso no fue todo, la mayor sorpresa fue escuchar “Ambiente” a la vez que nacía un bosque de inflables en medio de todo el Estadio recreando un nuevo stage donde el cantante subió con su tercer cambio de ropa y se hizo grabar por todos sus fanáticos.


No se sabe cuál tuvo mayor aceptación, si “Safari”, “No me conoce” acompañado de Jhay Cortez, “La Canción”, “China”, o “Qué pretendes”. No obstante, algo que afirmo sin duda alguna es que, sin excepción de canción, los seguidores del primer artista latinoamericano en encabezar uno de los festivales más grandes del mundo, Lollapalloza, terminaban los versos de todos los coros.

El artista colombiano echó a un lado la faceta de cantante y abrió las puertas de su parte más humana. Aprovechó la presencia de estas miles y miles de personas para concienciar sobre la salud mental, un tema tabú aún en pleno siglo XXI. “Recuerden que Jose es el que está aquí con ustedes… Yo que estoy ahí en la batalla, en la lucha por siempre salir adelante; a mí también me pasa, también me enfermo, también me da ansiedad, también me da miedo, también lloro… La salud mental es algo real, y que no están locos por sentirse locos en algún momento”, fueron algunas de las cosas que dijo. Entre otros temas, mencionó la inmigración.

Las bailarinas ya hacían falta, y los “latinos gang”  se sorprendieron cuando junto a ellas, con un enterizo de estampado de leopardo, apareció Karol G cantando el remix de “Mi Cama”.

“Toda mi gente se mueve, mira el ritmo como los tiene, hago música que entretiene, el mundo nos quiere, nos quiere, y me quiere a mí”, vaya que sí. Los distintivos colores del tour y las buenas vibras del artista estuvieron presentes en el ambiente de principio a fin. Se cumplió un sueño que empezó hacía más de diez años cuando al caminar por las avenidas que rodean el Madison Square Garden, el joven Balvin se ilusionaba con algún día llenar tan prestigioso estadio. “...5, 4, 3, 2, 1”, en cuenta regresiva mientras cargaba un juego en la pantalla, los presentes desconocían que se preparaban para despedirse con “Mi gente”.

“¡Otra, otra!”, coreaban algunos rostros deseosos de más; sin embargo “Qué calor”, canción que grabó junto a El Alfa, era el fondo que acompañaba a quienes ya buscaban la salida. Luces de variados tonos, videos animados, humo, confetti, más inflables y un arcoíris flotante, así culminó la presentación de Arcoíris Tour en la famosa casa de artistas de alta gama en Nueva York.

Comentarios

Lo más leído

¿Dónde estudiar Comunicación Social en República Dominicana?

Del campo a la alta cocina: Gastronomía Sostenible en República Dominicana

Serie sobre Comunicación Política: La Venganza de Analía